Esta obra, ficción histórica basada en hechos reales, presenta un abanico de recursos estéticos para aquella épica que llevó a Francisco Pancho Ramírez, Jefe Supremo de la República de Entre Ríos, hace 200 años en 1820.
Tadea Jordán, la madre coraje; Delfina, la bravía amada del Gral. Ramírez y Coronel de las Dragonas de la Muerte; Norberta Calvento, la novia prometida; Margarita Ramírez, la hermana de sangre derramada; Segunda Calvento, la amante de Justo José de Urquiza y Dominga Romero, la sensual cuartelera, son las mujeres de esta historia.
Fue en 1818 cuando, en Paysandú, Uruguay, se deslumbró con una pelirroja llamada María Delfina, o Delfina a secas, a la que habían tomado como cautiva. No se sabe si era brasileña o portuguesa, si en realidad venía de una familia aristocrática o simplemente una soldadera. Ramírez, cautivado, terminó rompiendo su compromiso con Norberta Calvento, hermana de su mejor amigo, cuyas familias se conocían de toda la vida. Todos daban como un hecho natural que Francisco y Norberta terminarían en el altar. Pero pese al desplante, Norberta igual lo esperó. De Delfina poco se sabe. Coronel del ejército, combatió vistiendo uniforme militar a la par de Ramírez. En el campo de batalla era un soldado más, lo que se convertiría en la perdición del caudillo entrerriano y una inspiración hasta hoy, para la mujer entrerriana.
El fin épico
El 10 de julio de 1821 Ramírez, debilitado militarmente, intentaba llegar con escasos 200 hombres a Santiago del Estero. Pero ese día, muy cerca de Las Piedritas de Río Seco, en Córdoba, debió combatir durante horas contra las fuerzas de López de Santa Fe y del cordobés Bustos, que lo superaban en número.
En desventaja, intentó huir, cuando se percató que Delfina había sido capturada por el enemigo. Entonces, sin pensarlo, lanza en mano, arremetió solo contra el grupo que retenía a su mujer. Rodeado por soldados enemigos, el capitán Maldonado lo mató de un tiro a quemarropa, que impactó en su pecho. Su caballo siguió cabalgando un trecho con el cuerpo inerte de Ramírez. Uno de sus soldados intentó recuperarlo cuando ya había caído a tierra, pero no alcanzó a hacerlo por la cercanía del enemigo.
La cabeza como trofeo
El trompa de órdenes Nicolás Pedraza (Tuerto Pedraza en la obra) fue el encargado de decapitarlo. El cuerpo del infortunado Ramírez quedó en el campo de batalla, y su cabeza, clavada en una lanza, fue llevada a Villa de María de Río Seco, donde se la exhibió. De ahí, envuelta en piel de carnero, se la enviaron a López. El gobernador de Santa Fe le encomendó a su suegro, el doctor Manuel Rodríguez, embalsamarla. Rodríguez, le cobró al estado provincial 42 pesos por sus servicios.
Puesta en una jaula, primero la colgaron en el atrio de la iglesia de Santa Fe y luego en la entrada del cabildo. Todos debían convencerse de que el Supremo Entrerriano había muerto. Que el propio gobernador López haya usado estos despojos como un pisapapeles en su escritorio de campaña forma parte de la leyenda. Lo que es cierto es que las campanas de las iglesias de Buenos Aires repicaron, festejando su muerte cuando unos días después se conoció la noticia.
Por fin, acordaron enterrarla. Eran muchos los que se horrorizaban ante semejante espectáculo, pero no deseaban contrariar a la autoridad. Por las dudas, lo hicieron de noche, en la Iglesia de la Merced, en la actualidad Nuestra Señora de los Milagros, donde se realizaron estudios para localizar esos restos, pero más de 200 años después, aún sigue desaparecida, sin descansar en paz.
Delfina, la infortunada compañera, ayudada por oficiales de Ramírez, había logrado escapar a Santiago del Estero. Con el tiempo, iría a vivir a Concepción del Uruguay, donde falleció, soltera, el 28 de junio de 1839.
La que sobrevivió, en esta suerte de triángulo amoroso fue Norberta, quien murió el 22 de noviembre de 1880, a los 90 años. Permaneció soltera, vistiendo riguroso luto, encerrada en su casa, en la que siempre esperó el regreso de Ramírez, cuidada por una sobrina.
Como mortaja, se dice que fue enterrada con su vestido de novia, que aún conservaba. Porque así, de una u otra forma, iría, por fin, al encuentro del amor de su vida.
“Encuentro de las mujeres que se reúnen para recuperar la cabeza del Gral. Francisco Ramírez, el Supremo Entrerriano; que, tras ser decapitado en Córdoba, es enviada a Santa Fe, embalsamada y exhibida en una jaula. A partir de ahí, su madre, su novia y su amante, se juntan para lograr el cometido”.
Tadea Jordán, la madre coraje; Delfina, la bravía amada del Gral. Ramírez y Coronel de las Dragonas de la Muerte; Norberta Calvento, la novia prometida; Margarita Ramírez, la hermana de sangre derramada; Segunda Calvento, la amante de Justo José de Urquiza y Dominga Romero, la sensual cuartelera, son las mujeres que cuentan esta historia.
Daniel González Rebolledo, despliega en esta obra un abanico de mujeres para aquella épica que llevó a Francisco Pancho Ramírez hasta la Jefatura Suprema de la República de Entre Ríos, hace 200 años en 1820.
Ficha Técnica:
Tipo: Cortometraje
Géneros: Drama, Musical, Histórico, Romance
Duración Aprox.: 14 minutos 47 segundos
Formato: 35 mm DIGITAL
FIN DE RODAJE: 09 / 09 / 2022 22:45hs Teatro Municipal 1º de Mayo. Santa Fe. Argentina.
Libro, Guión, Adaptación y Dirección General: Daniel González Rebolledo
Música Original: Eduardo Retamar
Elenco: 41 artistas en escena:
Inés Ghiggi - Tadea Jordán
Paula Godone - Delfina
Ángela Herrera - Norberta Calvento
Raúl Eusebi - Francisco Ramírez
Roberto Trucco - Anacleto Medina
Juan Carlos Gallego - Lucio Mansilla
Alicia Martino - Margarita Ramírez (y la Muerte Blanca)
Lisandro Riera - Mariano Calvento
Enzo Facendini - Tuerto Pedraza
Santiago Ledesma - Fray Lucas
Virginia Rodríguez - Segunda Calvento
Dirección musical orquestal y coral: Eduardo Retamar
Coreutas Figurantes: Natacha López Monzón (Benicia) – Juan López Ortíz (Vinicius Portes) – Fiorella Leiva (Dominga Romero) – Eloy Murgado (esclavo)
Coro: Cecilia Frías – Sandra Heimbügner – Adalgisa Squilachi - Alejandra Brun - Guadalupe Frías – Zoe Calvo – Carolina Viola – Marcelo Vargas – Francisco Scotta – Alan Dunand – Federico Manavella – David Goró - Alejandro Däppen - Laureano Bartolomé.
Orquesta ER de Música Popular: Natalia Franco – Emanuel Ramos – Andrés Mayer – Delfina Spais – Candelaria Coronel Osuna – Rosario Sartori - Lisandro Méndez Amore – Jenny Ramírez – Leylén Pérez Scrófine – Pico Rubio
Diseño de vestuario: Elizabeth Vita
Modista: Griselda Cotti
Sastre: Pablo Roldán
Utilería artística: Alfredo Godoy Wilson - Juan Carlos Gallego.
Iluminación: Ricardo Montiel Dimenza
Fotografía: Liza Ormaechea
Fotografía de película, Cámaras, Filmación, Edición de Audio y Video: Lucio V Stoppello